Un nuevo estudio, que desvela las edades precisas de acumulaciones de piedras y barro en glaciales del sur de Perú, vincula las oscilaciones climáticas en los trópicos a las de Europa y América del Norte durante la Pequeña Edad de Hielo, hace aproximadamente entre 150 y 350 años.
El estudio ayudará a la comunidad científica a comprender mejor los patrones a escala global de la actividad de los glaciares y el clima durante la Pequeña Edad de Hielo. Tal como señala el autor principal, Joe Licciardi, de la Universidad de New Hampshire, cuanto más sepamos sobre el funcionamiento del clima de nuestro pasado reciente, mejor podremos entender el funcionamiento de nuestro clima actual y el del futuro.
A unos 25 kilómetros de las ruinas de Machu Picchu, hay acumulaciones masivas y bien preservadas de piedras y barro dejadas por el hielo en recesión. Estas acumulaciones marcan muy claramente los contornos de los glaciares del valle cuando estos estaban expandidos hasta esos puntos en varios momentos distintos del pasado reciente. El equipo de investigación ha trabajado con muestras extraídas en expediciones a la zona, incluyendo una a las laderas de la montaña más alta de la Cordillera Vilcabamba.
Los investigadores han analizado las muestras de esas fluctuaciones glaciales relativamente jóvenes usando una técnica de datación por exposición de la superficie, midiendo las diminutas cantidades del isótopo conocido como berilio 10, que se forma cuando los rayos cósmicos bombardean la superficie expuesta.
Un hallazgo importante del estudio es que mientras los glaciares en el sur de Perú se movieron en fechas parecidas a aquellas en que lo hicieron los glaciares de Europa, el registro peruano difiere de las fechas de las fluctuaciones glaciares en los Alpes Meridionales de Nueva Zelanda durante el último milenio.
Este hallazgo ayuda a identificar los nexos entre uno y otro hemisferio en lo que se refiere a las señales glaciales. Constituye asimismo un aumento del conocimiento científico sobre cómo era en las diversas partes del mundo el clima durante la Pequeña Edad de Hielo, lo que a su vez ayudará a conocer mejor los factores que gobiernan esos cambios globales en el clima.
"Si las dramáticas proyecciones actuales de calentamiento son correctas, tendremos que afrontar la posibilidad de que los glaciares desaparezcan pronto", advierte otro de los autores del estudio, Joerg Schaefer, un geoquímico en el Observatorio Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia.
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