Millones de personas han visto las clases magistrales de Walter Lewin en Youtube. Este profesor del MIT, capaz de subirse a un gigantesco péndulo o de darse impulso con un extintor para demostrar las leyes de la Física, dio este lunes su última clase magistral para presentar un libro sobre su vida y despedirse de sus alumnos.
La sala 26-100 del MIT tiene capacidad para más de 500 personas pero había gente hasta en los pasillos. Centenares de alumnos se agolparon el pasado lunes para ver en acción por última vez al mítico profesor de Física Walter Lewin, uno de los maestros más populares de la institución, conocido en todo el mundo gracias a la difusión que sus espectaculares puestas en escena han tenido en internet.
A sus 75 años, el profesor Lewin no defraudó. Colocó el famoso péndulo de 5 metrossobre la tarima y se subió encima mientras los alumnos le veían columpiarse de un lado a otro de la clase. Después de 10 balanceos, el profesor se bajó del péndulo y detuvo el cronómetro. La demostración es sencilla: el péndulo tarda lo mismo en oscilar con o sin Lewin encima, porque la oscilación es independiente de la masa. "Os lo dije", exclama triunfal una vez más, "¡la Física funciona!".
La belleza de la Física
Durante los últimos 30 años, Lewin ha dado más de 800 clases en este mismo lugar haciendo de la Física una materia apasionante y experimentable en el propio aula. En sus intervenciones el profesor mezcla las fórmulas con la demostración práctica. Para explicar el momento angular y la inercia utiliza una rueda de bicicleta, la pone a rodar y la cuelga de una cuerda; cuando habla de la presión del aire utiliza dos latas de pintura y un rifle.
"Creo que siempre he sido un excéntrico", aseguró Lewin este lunes ante las risas de los alumnos. "Desde el primer día, mis clases han sido siempre diferentes de la media". Tan diferentes que han tenido siempre algo de teatral y circense. Alguno de sus compañeros profesores, explican en la web del MIT, recuerdan la habitación trasera del aula como "algo sacado de una vieja película sobre el monstruo de Frankestein".
En alguna de sus demostraciones, por ejemplo, los alumnos le han visto subir a una escalera de 5 metros, dejar pasar por su cuerpo 300.000 voltios de electricidad o jugarse el tipo calculando al milímetro la trayectoria de una bola de acero que se detiene justo antes de impactar contra su barbilla.
Han pasado doce años desde la última vez que hizo la famosa demostración del péndulo y ha llegado el momento de retirarse. Sus experiencias durante estos años las relata en un libro que aprovechó para presentar entre sus alumnos. "For the Love of Physics" (Por el amor a la Física) describe, según sus propias palabras, "las pequeñas maravillas del mundo cotidiano" y "la belleza de la Física".
En el libro, Lewin da respuesta a decenas de curiosidades sobre la ciencia, como por qué los arcoíris son curvos y no rectos o por qué solo vemos auroras en los polos, pero revisa también algunos de los aspectos más tristes de su biografía, como la forma en que el régimen nazi asesinó a buena parte de su familia.
Después del lunes, los alumnos ya no le verán haciendo demostraciones locas por la clase, pero aún quedarán sus vídeos, sus palabras y sus demostraciones de que la Física es apasionante.
Fuente: La informacion.com
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