POR: Ramón López
Profesor de Ciencias Físicas en la UPR
Puerto Rico
Como ya los lectores habituales del blog se habrán dado cuenta, a mí me encanta la Física. La considero la reina y la madre de todas las ciencias. Fué la primera ciencia. Es la más exacta de las ciencias. Fué la que creó, diseñó y perfeccionó el método científico. En los Siglos 17 y 18 fue la que convenció a la humanidad de adoptar la ciencia (y no la religión) como programa para el futuro y progreso de la humanidad. Sus practicantes son aceptados casi universalmente como unas de las personas más inteligentes del planeta. Y todos los gobiernos civilizados del planeta la ven como tabla de salvación e invierten billones de dólares en experimentos, educación e investigación en Física.
Yo estudié la parte sexy de la Física. El Big Bang, el principio del universo, huecos negros, dimensiones invisibles, astrofísica, galaxias, supercuerdas, materia oscura, viajes interestelares, y otras ideas exóticas que suenan como de película y algo fuera de este mundo son lo que me apasiona, y de lo que escribo en la mitad de este blog (la mitad de Ciencia).
Sin embargo la Física es una de las clases más odiadas en la escuela y la universidad. No solo por ser difícil y extraña, y porque tiene (¡guácala!) muchas matemáticas. Sino porque desgraciadamente es como una pirámide. Si no se tienen bien puestos los pisos de abajo, no se puede poner el piquito lindo y sexy de arriba.
La Física es también el estudio del movimiento de carritos, piedras o pelotas. Es estudio de ruedas que giran. De fuerzas eléctricas y magnéticas. De imanes, neveras, o bombillas eléctricas. Hay física en tu iPod. En la radio. En el automóvil. En el clima. En el arco iris. En martillar, atornillar y serruchar para construir casas, puentes o edificios. Hay física en la arquitectura, en la medicina, en el arte, en la música, en la química, en la biología, y en las emociones en tu cerebro.
La Física es clave para la tecnología, para la economía, para la producción de energía, y para la política. Hay que saber de física para comprar en las tiendas, o ver las noticias en esta era moderna y poder entenderlas.
Por eso es importante que los físicos saquemos tiempo para educar y divulgar la belleza y la importancia de la física (y de toda la ciencia) a la ciudadanía que no se ha dedicado a esta excelente y útil profesión. Necesitamos blogs de física, secciones del periódico de física, revistas de física, shows de TV de física, y museos de física. Para que más gente aprenda, se interese, apoye y lo más importante, vote por políticos que quieran invertir en y usar más la física para mejorar nuestros países y sociedades.
Así que un brindis por la Física en nuestras vidas… ¡Salud!
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